ASOCIACION CIVIL EL ESTABLO DE EQUINOTERAPIA CUMPLE 10 AÑOS

Publicada el 8 Set. 2021

La dedicación se pone de manifiesto en los avances de los alumnos y en nuevos proyectos

https://youtu.be/jxUs4InawbM

El año 2010 nació el proyecto de equinoterapia de la mano de Micaela Rodriguez, “yo trabajaba en un centro de estas características en Paraná y siempre quise que hubiera uno en Gualeguaychú, sumé a un par de amigos para iniciar la parte legal hasta que apareció en nuestras vidas la gente de la Rural Gualeguaychú, en ese momento Javier Melchiori y así formamos la Fundación El Establo a través de la cual desarrollamos equinoterapia en el Predio Ferial de Sociedad Rural Gualeguaychú”.

Comenzaron con una matrícula de 11 inscriptos de los cuales tres alumnos asisten desde ese momento hasta la fecha y cumplen aniversario junto con la Fundación. “Yo siempre destaco a Marcelo por su evolución que empezó equinoterapia montando con tres personas alrededor y hoy hemos logrado que maneje su caballo más allá de toda su dificultad de que no habla, no tiene dominio de sus manos y piernas, hemos logrado que se independice y pueda montar solo por la pista, ese es uno de los mayores logros nuestro y de su familia”. Ver el progreso y la felicidad que le provoca llegar a la terapia es muy gratificante, no solo es terapéutico también puede ser orientado a la parte deportiva para que aprendan a montar bien”, asegura Micaela.

La mayoría de los chicos que asisten tienen retraso madurativo, TGD y ahora se han sumado chicos de 10 a 13 años derivados de otros lugares por ataques de pánico y ansiedad hasta ataques de epilepsia, como consecuencia del encierro por la pandemia. “Se está empezando a buscar estas terapias al aire libre, en contacto con la naturaleza y más con el problema actual donde necesitamos cuidarnos”.

En este momento asisten 18 chicos de forma particular, en épocas normales van alrededor de 56 de distintas escuelas. Para poder ir necesitan la derivación de algún profesional, pagan la cuota societaria a la fundación porque aún no se logra que las obras sociales reconozcan la actividad como una terapia. La mayoría asiste dos veces por semana, todos los elementos los provee la institución. Los alumnos están una hora, dependiendo de la patología la monta puede durar media hora o 45 minutos, también se hacen talleres previos de cepillado, peinado, ensillado y luego montan. “Es una manera de mantener el vínculo con el caballo para que aprendan el cuidado y respeto al animal”.

MÁS PROYECTOS

Estos años de trabajo han aportado nuevas inquietudes y proyectos como el de realizar talleres para adultos y enseñar a montar focalizando en el vínculo con el animal. “El anhelo es abrir otro espacio para personas mayores, adultos que quieran venir a montar y descubrir el mundo del caballo. Por estrés, para relajar y tener contacto con la naturaleza, tuvimos experiencias de personas sin discapacidad y nos gustó mucho”.

Además otra idea es hacer una escuela de pony club y trabajar con niños pequeños entre 3 y 5 años, “para enseñarles a montar desde otro lado, con seguridad debido a todas las actividades que hacen arriba del caballo”, concluye Micaela.

El Rodeo veterinaria