La reciente reducción en las retenciones a los granos generó un alivio en el sector agrícola, aunque los márgenes siguen siendo ajustados y la soja continúa siendo el cultivo más castigado. Así lo explica Diego Pasi, consultor de mercados de Globaltecnos , en diálogo con este medio.
El impacto de la baja de retenciones
Según Pasi, el cambio en el esquema de derechos de exportación implicó una mejora concreta en los números del productor. En soja, la alícuota bajó del 33% al 26% en el grano, y del 31% al 24,5% en harina y aceite. “Ese cambio generó una diferencia de entre 20 y 25 dólares por tonelada, en lo que es disponible y también impactó en la posición futura de soja. Con lo cual en soja estábamos en torno a los 270 dólares más o menos por ahí y hoy estamos en casi 300, en el medio hubo una suba del mercado internacional con lo cual ahí estamos con una mejora de 25, 30 dólares en lo que es la soja”, detalló. En maíz y trigo, la baja fue del 12% al 9,5%, con un efecto menor, cercano a 5 dólares por tonelada.
Estos ajustes permitieron que los márgenes pasaran de ser negativos a apenas positivos en muchos casos. “Antes de esta baja, los números daban pérdida. Hoy, con soja a 300, pasamos a un escenario levemente positivo, siempre dependiendo de rindes y costos”, explicó el consultor.
¿Es suficiente la reducción?
Pasi advierte que, si bien la medida alivió a los productores, no alcanza para revertir el cuadro. “La soja sigue siendo el cultivo con peores márgenes. En Entre Ríos, por ejemplo, apenas se llega al equilibrio; en otras zonas, directamente da negativo. Estamos en un escenario de precios internacionales bajos hace más de un año, y con insumos caros en dólares”, señaló.
El financiamiento es otro obstáculo: tasas en pesos del 40-50% y en dólares superiores al 10% hacen poco atractivo endeudarse. Por eso, muchos productores se autofinancian con venta de granos.
Estrategias de siembra: ¿cambios por las retenciones?
Consultado sobre si la reducción de retenciones generó un cambio en las decisiones de siembra, Pasi respondió que en general no hubo grandes modificaciones. “Las rotaciones siguen siendo el factor principal en la planificación. Hubo una intención de hacer un poco más de trigo porque el combo trigo-soja daba los mejores números, pero a nivel país el área terminó siendo muy similar a la campaña anterior”, comentó.
Sí se observa un leve incremento en el área de soja y un crecimiento más marcado en girasol, principalmente en el norte y en el sudeste bonaerense, donde los buenos precios lo posicionan como una alternativa competitiva.
Insumos caros y relaciones negativas
Uno de los puntos que más preocupa al sector es el costo de los insumos. Pasi destacó que hoy la urea se ubica en torno a los 600 dólares la tonelada y el fósforo cerca de 900 dólares. “Las relaciones insumo-producto, que es lo que el productor mira, están negativas: con la soja a 295 dólares y estos precios de fertilizantes, se necesitan muchos más granos para comprar la misma tonelada de insumo. Eso golpea de lleno en la rentabilidad”, explicó.
Esta situación obliga a ser más eficientes en las compras y a aprovechar momentos de oportunidad, ya que los insumos suben y bajan según la coyuntura internacional, pero hoy siguen estando caros en relación al valor de los granos.
Las mejores oportunidades para la cosecha gruesa
En este contexto, Pasi destaca que el combo trigo-soja de segunda es la alternativa más favorable, seguido por el maíz, que se sostiene gracias al consumo interno (particularmente la ganadería). La soja de primera, en cambio, continúa mostrando márgenes negativos.
El girasol aparece como el cultivo estrella: “Es el único con precios realmente atractivos, en torno a 350 dólares el común y 400 dólares el alto oleico. Eso explica el aumento de área en el norte y en el sudeste bonaerense”, apuntó.
Mirada a futuro
El consultor se muestra optimista de cara al mediano plazo, apoyado en un posible cambio en la política monetaria de Estados Unidos: “Si la Reserva Federal empieza a bajar tasas, el dólar debería debilitarse y eso sería positivo para los commodities”.
Mientras tanto, la recomendación es cautela: “Hay que ser muy eficientes en lo productivo y en lo comercial, aprovechar oportunidades puntuales de precios y cuidar la estrategia financiera. Hoy no se puede arriesgar capital porque los márgenes son muy finos”.