La campaña agrícola 2025/26 en Entre Ríos proyecta un área de 430.000 hectáreas de maíz de primera, pero las labores de siembra avanzan a ritmo lento debido al elevado nivel de humedad en los suelos, que dificulta la implantación en gran parte de la provincia.
En los últimos días se observaron dos estrategias entre los productores. Algunos aprovechan las breves ventanas operativas que se abren hacia el mediodía, cuando se disipa el rocío, para avanzar con la siembra a medida que las condiciones del suelo lo permiten. Otros, en cambio, decidieron postergar las tareas y aguardar las lluvias pronosticadas para el próximo fin de semana, con el objetivo de reactivar o iniciar la implantación.
Los lotes sembrados antes de las últimas precipitaciones muestran un desarrollo inicial lento: las semillas apenas alcanzaron la etapa de radícula, condicionadas por temperaturas de suelo aún por debajo del umbral óptimo. Técnicos advierten que será necesario evaluar la evolución de estos cuadros y el porcentaje de granos que aún no germinó.
El girasol, más demorado
Respecto al girasol, cuya superficie proyectada en la provincia ronda las 24.350 hectáreas, los colaboradores que aportan información a la Bolsa de Cereales de Entre Rios; señalaron que las condiciones óptimas de implantación requieren temperaturas de suelo más elevadas que las del maíz. Por esta razón, los productores priorizaron la siembra del cereal, dejando al girasol en un segundo plano dentro del calendario de labores.
Con este escenario, el arranque de la campaña agrícola entrerriana está marcado por la excesiva humedad y la expectativa puesta en el comportamiento climático de los próximos días, que será clave para definir el ritmo de siembra.
