AUNQUE SEA UNA IDEA NUEVA

Publicada el 11 Enero 2021

El cierre de las exportaciones parece una película que ya vimos y no sería bueno repetir

A medianoche de hoy, apenas comenzado el paro agropecuario de 72 hs decidido por la mesa de enlace; el Ministro de Agricultura Luis Basterra lanzaba una movida de alfiles con la apertura de la exportación de maíz pero con un tope diario a registrar de solamente 30 mil toneladas por día. Lo que representa un Handy size ó Handy maxes que son los buques graneleros más chicos.

Las entidades y productores que mantuvieron concentraciones el día domingo en distintos puntos del país no ven con buenos ojos esta medida, por el contrario provoca un aumento de la preocupación e incertidumbre de los sectores del campo por el posible regreso de políticas del pasado, por ejemplo de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE).

Las exportaciones de maíz han crecido considerablemente en los últimos cuatro años. Desde la campaña 2015/16 el área sembrada creció un 61% y la producción un 63% según apunta Maizar.

En la última campaña 2019/20 nuestro país produjo 51, 5 millones de tn de maíz de las cuales quedaron disponibles para exportar 37, 5 millones de toneladas descontando lo que se necesita para uso doméstico. Solo quedan 3, 3 millones de toneladas que se iban a destinar a la exportación ahora frenada en parte. Qué medida más contraproducente en un país con pobreza y desempleo creciente, como bien lo señala FARER , nunca sucedió que el cierre de las exportaciones provoquen la baja en el precio de la carne, el pollo o el cerdo porque se transfieren recuersos a grupos afines al gobierno a costa de los productores, de la producción futura y de los argentinos que pagaran el ajuste por la merma en dólares.

Como vienen sosteniendo las entidades agropecuarias son malas y viejas recetas que no han tenido resultado, recordemos lo ocurrido cuando se frenó la exportación de trigo para cuidar la mesa de los argentinos provocando la mayor caída en la superficie sembrada.

Y también podemos rememorar el pan negro o “pan cabecita” de Perón, cuando por el año 1952 ante la falta de trigo para el mercado interno por tres malas cosechas consecutivas y buscando la forma de dar impulso al agro se dispuso por Ley la mezcla de la harina de trigo con centeno y mijo. Esto fue pensado por Antonio Cafiero el abuelo del actual Jefe de Gabinete, que si bien en aquel momento fue muy criticado por lo menos buscaban ideas originales a los problemas.

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