ALERTA: Confirman resistencia múltiple en capín arroz en Entre Ríos

Publicada el 28 Abril 2025

Es una maleza que está afectando no solo los lotes de arroz, sino también se encuentra en todos los cultivos de verano como maíz, sorgo y soja.

Un nuevo caso de resistencia a herbicidas ha sido confirmado en la provincia de Entre Ríos, esta vez afectando la producción arrocera. Según un reciente informe técnico elaborado por investigadores del INTA Concepción del Uruguay, diversas poblaciones de Echinochloa crus-galli (capín arroz) han desarrollado resistencia a los herbicidas graminicidas Cyhalofop-p-butil y Haloxifop-R-metil, complicando aún más el manejo de esta problemática maleza.

El estudio, encabezado por el Ing. Agr. Andrés Rampoldi junto a la asesora Candela Mena y el Dr. Ignacio Dellaferrera, confirmó que esta especie -ya resistente a glifosato e imidazolinonas desde 2018- ahora presenta resistencia múltiple a herbicidas de la familia de los ariloxifenoxi-propionatos (FOP).

Maleza agresiva y adaptable

El capín arroz es una de las malezas más problemáticas para los cultivos estivales en Argentina. Puede producir entre 3.000 y 6.000 semillas por planta en condiciones normales, llegando hasta un millón de semillas en condiciones óptimas.

Según los relevamientos de la Red de Manejo de Plagas (REM) de AAPRESID, el género Echinochloa ha aumentado significativamente su presencia en la región. En particular, Entre Ríos presenta entre el 70% y 100% de lotes afectados por Echinochloa colona, especie cercana a la estudiada.

Este Capín es una planta que crece muy rápido, complicando su control ya que nos es lo mismo controlarlo cuando tiene dos o tres hojas que cuando se encuentra con una planta desarrollada, además se disemina muy fácil por los pájaros que les gustan sus semillas.

Es una maleza que está afectando no solo los lotes de arroz, sino también se encuentra en todos los cultivos de verano como maíz, sorgo y soja.

Un problema en expansión

Las primeras alertas surgieron en la campaña 2019/20, cuando productores reportaron fallas en el control de capines en lotes tratados con Cyhalofop-p-butil, un graminicida selectivo para arroz. Para confirmar estas sospechas, el equipo recolectó semillas de 13 poblaciones de plantas que habían sobrevivido a tratamientos herbicidas en campo.

De las poblaciones estudiadas, cuatro mostraron supervivencia significativa tras la aplicación de herbicidas. Las evaluaciones demostraron que dos de estas poblaciones, identificadas como VII y XII, presentan resistencia confirmada tanto a Cyhalofop-p-butil como a Haloxifop-R-metil, con factores de resistencia que oscilan entre 14 y 33 veces para Cyhalofop y entre 17 y 19 veces para Haloxifop respecto a poblaciones sensibles.

"Este evento, si bien se reportó por primera vez en 2023, es de esperar que tienda a aumentar debido a que el cultivo de arroz se rota principalmente con soja y maíz, sobre los cuales el uso de herbicidas graminicidas es frecuente y recurrente", advierte el informe.

Metodología rigurosa para confirmar la resistencia

Los investigadores implementaron un protocolo científico completo para verificar la resistencia en las poblaciones sospechosas. Las semillas recolectadas en lotes de arroz de Lucas Sur, Moreira, Los Conquistadores y Villa Elisa fueron sembradas en condiciones controladas en el laboratorio.

"Utilizamos un sistema de evaluación de dos etapas para garantizar resultados confiables", explica Rampoldi. "Primero realizamos un screening de supervivencia y luego ensayos de dosis-respuesta con aquellas poblaciones que mostraron indicios de resistencia".

En la primera etapa, aplicaron dosis de marbete de los herbicidas Cyhalofop-p-butil, Haloxifop-R-metil y Cletodim sobre plantas de 30 días con un macollo. La resistencia se clasificó según umbrales específicos: supervivencia de 0-5% para poblaciones sensibles, 6-19% para resistencia en desarrollo, y más del 20% para resistencia confirmada.

"Estos umbrales reflejan la realidad del campo", destaca el informe. "Los agricultores suelen reconocer visualmente la resistencia cuando alcanza aproximadamente un 20% de supervivencia, momento en que el herbicida fracasa comercialmente".

Ensayos de dosis-respuesta revelan diferencias significativas

La segunda etapa del estudio fue aún más exigente. Se realizaron pruebas de dosis-respuesta aplicando siete niveles diferentes de cada herbicida: desde un cuarto de la dosis recomendada hasta ocho veces la misma, todo bajo condiciones controladas en cámara de aspersión calibrada a 175 L/ha.

Los resultados fueron contundentes. Las poblaciones VII (procedente de Moreira) y XII (de Villa Elisa) mostraron una capacidad de sobrevivir a dosis hasta 33 veces superiores a las letales para la población sensible en el caso de Cyhalofop-p-butil, y hasta 19 veces para Haloxifop-R-metil.

"La evaluación del GR50 (dosis que inhibe el crecimiento en un 50%) demostró que estas poblaciones pueden tolerar cantidades de herbicida que serían totalmente prohibitivas en términos económicos para cualquier aplicación práctica", señala Dellaferrera. El valor GR50 para la población XII fue de 12.249 mg/ha para Cyhalofop, mientras que la población sensible mostró un GR50 de apenas 369 mg/ha.

Alternativas de control

El estudio también evaluó la sensibilidad de las poblaciones resistentes a Cletodim, otro graminicida pero de la familia DIM. Los resultados mostraron que las poblaciones VII y XII, resistentes a los herbicidas FOP, mantienen sensibilidad a este principio activo, aunque con indicios de resistencia en desarrollo, evidenciada por supervivencias entre el 6% y 19%.

La población XI (Los Conquistadores) mostró un comportamiento particular: presentó resistencia moderada a Cyhalofop (FR=2.74) y Haloxifop (FR=4.06), pero sorprendentemente fue la única con resistencia significativa a Cletodim (FR=6.74), lo que sugiere un patrón diferente de adaptación evolutiva.

"Estamos ante un escenario complejo que requiere diversificar las estrategias de manejo", señala el Ing. Rampoldi. "La rotación de cultivos, la alternancia de principios activos con diferentes modos de acción y el monitoreo constante son fundamentales para evitar la propagación de estas poblaciones resistentes".

Controlar su emergencia con herbicidas preemergentes puede ser una buena opción, de acuerdo a los cultivos a implantar. También el “doble golpe” con una segunda aplicación en cultivos tolerantes a glufosinato de amonio puede mejorar la eficacia de los tratamientos.

Impacto económico

La confirmación de esta nueva resistencia múltiple representa un desafío adicional para los productores arroceros de la región, que ya enfrentaban problemas con biotipos resistentes a glifosato e imidazolinonas.

Los especialistas recomiendan implementar urgentemente programas de manejo integrado de malezas que contemplen tanto estrategias químicas como culturales, para evitar la diseminación de estas poblaciones resistentes a otras áreas productivas.

Para más información sobre este estudio, contactar al equipo de investigadores de la EEA INTA Concepción del Uruguay.

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