Sergio Dalcol asumió la presidencia de FARER: continuidad, diálogo y el desafío de comunicar mejor al productor

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Comunicación con los productores, diálogo con el Estado y la búsqueda de soluciones a problemas estructurales como caminos rurales, sanidad y seguridad aparecen entre los principales objetivos y desafíos de la nueva gestión.

Con la asunción de Sergio Dalcol como nuevo presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER), la entidad inicia una nueva etapa marcada por la continuidad institucional, el fortalecimiento del diálogo con las bases y un fuerte énfasis en la comunicación hacia los productores. Dalcol sucede a Nicacio “Tito” y asume el cargo en el marco de los recambios periódicos que caracterizan a la federación, integrada por 16 sociedades rurales de toda la provincia.

En diálogo con Karina Escola para Baqueano, Dalcol destacó que, si bien su designación no fue sorpresiva —ya que forma parte de una lógica de renovación interna—, el ejercicio concreto de la presidencia implica una mayor responsabilidad y una toma de decisiones necesariamente colegiada. “FARER no funciona con decisiones individuales, sino a partir de la consulta permanente a las sociedades rurales que la integran”, subrayó.

El eje central: mejorar la comunicación

Entre los principales objetivos de su gestión, Dalcol remarcó la necesidad de ordenar y reforzar la comunicación institucional. En un contexto de sobreinformación y, muchas veces, desinformación, consideró clave que los productores comprendan con claridad cuál es la posición de las entidades rurales frente a las políticas públicas.

Como ejemplo, mencionó las confusiones generadas en torno a la identificación electrónica del ganado y a los cambios en los planes de vacunación contra la fiebre aftosa. En ambos casos, explicó que FARER, junto a CRA, expresó su rechazo a la obligatoriedad y señaló los mayores costos y dificultades operativas, aunque muchas veces esa postura no llega con nitidez al productor. “No avalamos estas medidas, pero una vez que son obligatorias, tenemos que informar cómo cumplirlas. Ahí es donde se genera el malentendido”, explicó.

Diálogo con el Estado y límites de la gestión gremial

Dalcol valoró el diálogo con el gobierno provincial, al que definió como más fluido que en etapas anteriores, aunque reconoció que no siempre los reclamos del sector encuentran respuesta favorable. “Somos escuchados, pero no siempre se puede acceder a todo. La clave es que, cuando la respuesta es negativa, al menos se expliquen claramente los motivos”, señaló.

En este sentido, remarcó que las entidades agropecuarias cumplen un rol de representación y canalización de demandas, pero las decisiones finales corresponden a los organismos del Poder Ejecutivo y al Senasa.

Caminos rurales y abigeato: problemas estructurales

Entre los principales desafíos de la nueva gestión aparecen dos temas históricos: el estado de los caminos rurales y el abigeato. Sobre este último, Dalcol se mostró prudente respecto a la creación de fiscalías especializadas y planteó que el problema, en muchos casos, radica en la inercia del sistema judicial más que en la falta de herramientas legales. Destacó, no obstante, que en algunas zonas se lograron avances concretos con condenas efectivas, lo que demuestra que “cuando cada actor cumple su rol, los resultados aparecen”.

En cuanto a vialidad, consideró que el sistema actual está “detenido en el tiempo” y necesita una reforma de fondo. Si bien reconoció que los consorcios camineros pueden ser una alternativa en ciertos lugares, rechazó que sean la única o la obligatoria. Propuso avanzar hacia esquemas más eficientes, con fondos específicos, marcos legales claros y participación de empresas locales, que permitan un mantenimiento regular sin trasladar responsabilidades que no corresponden a los productores.

Juventud y recambio dirigencial

Uno de los aspectos que Dalcol destacó con optimismo es la incorporación de jóvenes dirigentes. La reactivación de los Ateneos en distintas localidades —Villaguay, Gualeguay, Gualeguaychú y próximamente Concordia— y la designación de un vicepresidente primero de 36 años reflejan, según señaló, que FARER cuenta con una base sólida para garantizar la continuidad institucional y el recambio generacional.

Expectativas para el sector

Finalmente, Dalcol analizó el contexto productivo y económico, especialmente en la ganadería, donde observó mejores precios relativos, mayor estabilidad macroeconómica y un horizonte más previsible. Aclaró que los cambios estructurales requieren tiempo, pero consideró que hoy el productor trabaja con una expectativa distinta, pensando en inversiones, retención de vientres y mejoras de largo plazo.

Respecto a las retenciones, reiteró la posición histórica del sector a favor de su eliminación, aunque reconoció que el gobierno las administra dentro de un marco de equilibrio fiscal. “La credibilidad se construye con decisiones firmes y sostenidas en el tiempo”, afirmó.

Con este panorama, la nueva presidencia de Sergio Dalcol en FARER se presenta como una etapa de continuidad, diálogo y fuerte énfasis en la comunicación, con el desafío de acercar la gestión gremial al productor y de seguir construyendo consensos en un contexto económico y político en transformación.